Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaria escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo. SALVADOR ELIZONDO, El Grafógrafo.

domingo, 4 de abril de 2010

Ricky, te perdimos.


Nos estamos extinguiendo. Cada día nosotros somos menos y ellos (o ellas) son más. Una nueva revelación llego a los oídos del mundo de algo que ya, desde hace años, se sospechaba. El hecho de decirle al mundo que se salió del clóset, no sé si calificarlo como un acto de valentía; aunque para hacer tal afirmación a los cuatro vientos, debe ser algo realmente difícil, no los sé. Te arriesgas a lucir una etiqueta sobre tu frente que te señala ante los demás la naturaleza de tu ser. Ser mirado de otra manera, distinta, señalado con el índice de los ojos de la sociedad.

Ahora, creo que esta cuestión de auto aceptación se está convirtiendo en el acto principal del show que cada persona pública lleva como vida. ¿Qué es lo que lleva a una persona a manifestar abiertamente las ‘preferencias’ sexuales que se tiene? ¿Sosiego? Podrías ser la búsqueda de la paz interior, estar bien consigo mismo; ¿llamar la atención?, que todas las miradas y opiniones estén dirigidos hacia su persona.

Todo este desahogo del cantante, estimula a que las conductas homosexuales sean exhibidas sin más recato, y, lo que debería permanecer en el ámbito íntimo, quede expuesta. Se arrancan las cortinas a una cuestión totalmente personal.

Yo, como cada persona, tengo mi posición con respecto a este tema. Mi postura es simple, que estoy totalmente convencido de existencia de una dualidad sexual única: varón y mujer. No negaré que me siento fastidiado por la existencia de la comunidad gay. No tengo nada contra ell@s. Tienen derecho de creerse los que quieran. Pero ¿por qué compartirlo con los demás? Estas inclinaciones son obvias. No es necesario el destape público, y gritar a todo pulmón “¡soy gay!”.

Una sugerencia, por favor, cuando tengas conductas descuadernadas (uno nunca sabe), evítate de convidar esta información. Deja ese mundo sólo para tu disfrute personal; guarda la llave del clóset en lo más profundo de ti. Es lo mejor, para todos.

Imagen: LOWON

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