Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaria escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo. SALVADOR ELIZONDO, El Grafógrafo.

martes, 29 de junio de 2010

Lo gay está de moda.


A pesar de lo ridículo y patético que se ve -y debe ser por eso- atrae nuestra atención.

Uno se sienta un rato a distraerse viendo lo que nos tiene la televisión, y se da cuenta que en la mayoría de los programas tienen en sus filas la presencia algún personaje homosexual. Esta persona, ya sea un mero homosexual o un imitador, es el centro de las miradas, como conductor del espacio o como un invitado. Parece que el incluirlos en sus segmentos se está convirtiendo en un ingrediente esencial en la búsqueda insaciable de algunos puntitos más de audiencia por parte de los señores de la tele.

La participación gay en la pantalla chica cautiva a los ojos curiosos; pero, a mi parecer, no de la forma que ellos esperan. Confiarán, seguramente, que con sus apariciones demuestran lo normal de su desenvolvimiento y la abolición de la discriminación que padecen. Creo que se equivocan.

El comportamiento que tienen, de por sí, ya es algo cómico. Se trata de una parodia de las maneras propias de una mujer. Ellos, al no ser poseedores de una genuina naturaleza femenina, se portan torpes, haciendo exageraciones en sus ademanes, gestos y posturas, acciones que despiertan la gracia y la burla en los demás.

Por ejemplo, el señor Carlos Vílchez, que en Lima Limón interpreta a la popular ‘Carlota’, que es el foco, la chispa del programa del mediodía. En los sketchs de los cómicos que salen los sábados en la noche, no falta uno que la pegue de gay y se encargue de hacernos carcajear. Paolín y Kenyi, de El Especial del Humor, son los que se llevan mis mejores aplausos. Siguiendo la línea, y concluyendo, los estilistas Carlos Cacho y Koki Belaunde, sin hacer mayor esfuerzo, me parecen unos payasos; aunque no lo busquen.


Imagen: LOWON



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