Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaria escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo. SALVADOR ELIZONDO, El Grafógrafo.

sábado, 24 de abril de 2010

¡No dejemos que lo niños vayan a ellos!


Dejad que lo niños se vengan a mí, y no se los impidan. Estas son las palabras que nuestro señor Jesucristo ofrece a los más pequeños como muestra de que, aun siendo menudos, somos muy importantes para Él y que forman parte de Su reino. Los niños, antes esta expresión, aceptan a Jesús en sus corazoncitos y se hacen su amigo. Porque el que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el me recibe a mí, recibe al que me envió. En las navidades recordamos cómo también Cristo fue un niño, uno como cualquiera, con la inocencia propia de esa edad, con la sonrisa pura que refleja la más inmaculada de las inocencias. Porque quien no es como un niño, no entrará en el reino de los cielos.

Pero, sus miradas cándidas, sus mundos infantiles fueron destruidas por la peor inmundicia que puede existir sobre la faz de la tierra. Un crimen atroz que el peor de las muertes no es suficiente castigo para aplacar tal agresión. Por más que el monstruo fuese quemado vivo, el agravio quedará perpetuamente.

Los enfermos sexuales están al acecho, camuflados de la manera más astuta para que cuando divisen a sus víctimas, de un momento a otro, se dejen llevar por sus demonios imperceptiblemente. Están disfrazados de todo, por ejemplo, pueden vestirse con hábitos, calzar enormes mitras sobre sus cabezas, llevar una cruz colgando de sus nucas, y pararse en un púlpito a repetir citas bíblicas que no practican porque son totalmente ajenas a ellos.

Sacerdotes perversos que sacian lo que sus retorcidas mentes logran concebir corrompiendo a menores que, abusando de su condición de ‘padrecitos’, da rienda suelta a la suciedad de su ser.

Donde se supone que uno va para buscar refugio, consuelo, ayuda espiritual, a Dios; se da con la sorpresa que el encargado no es más que un bastardo de Satán. ¿Que ya ni en las iglesias podemos estar a salvo? ¡Por Dios!, a dónde vamos a parar. Esta ‘casa de oración’ se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos para los niños, donde, sin exagerar porque es cierto, pueden salir ultrajados sexualmente.

Se podría decir que no son todos los curas; pero ¿qué espera la Iglesia Católica para sancionar drásticamente a esta gente?, -si es que aún se le puede llamar así-. Me pregunto: ¿Los han separado, siquiera, de sus cargos? El que se supone que es el ‘representante’ del Altísimo en la tierra ¿se ha pronunciado para condenar estos actos, para repudiar a los involucrados y solidarizarse con las víctimas colaborando con ellas en sus denuncias? No lo creo. Continúa sentado en su sillón, seguramente muy cómodo y con la panza llena; con su cetro de oro que le sirve para rascarse donde no alcanza, disfrutando de lo que le queda de vida de la manera más suntuosa que se pueda imaginar. Como no pasara nada, sigue amenazándonos con que el cuento que Dios nos va castigar si no obedecemos lo que la iglesia nos ordena que hagamos.

Y si eso no fuese suficiente, hay otras denuncias que señalan la existencia de una red de prostitución homosexual. Sí, allí, pues, en la misma ‘santa sede’. Qué escándalo.

Si fuese católico me estreñiría de vergüenza al saber que mi líder religioso da muestras de amparar delitos sexuales en agravio de niños. Es ahora cuando me conforto de no compartir sus mismos dogmas.

Y en nuestro medio, ¿qué dice la mayor autoridad del clero católico en el Perú, Juan Luis Cipriani, sobre estos temas? Pues, nada. Prefiere meterse en discusiones más interesantes para él. Claro, le gusta estar intercambiando palabras con funcionarios del gobierno sobre pastillas, incluir en sus sermones sobre cómo no dejarnos influir por gobiernos extranjeros, defendiendo las cuotas que le corresponde por parte del Estado, o criticando los candidatos que cuestionan su autoridad. Tiene temas más importantes por los cuales luchar, claaaro, defendiendo siempre los intereses de sus feligreses. Todo en nombre de Dios. Sí, como no.

A dónde iremos a parar…

Nota: Solo me queda pedir, que no los dejes caer en tentación (a los curas violadores), y nos libre de todo mal (en especial de los que visten sotana). Amén.


Atte.:J.Bayardo Chata Pacoricona.

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viernes, 16 de abril de 2010

En venta.


¿Cuánto me das por él? Está nuevo, prácticamente nuevo. Son pocas las ocasiones en las que se le dio uso, pero igual, por breves momento. Es una ganga, vamos, no dejes pasar esta única oportunidad, llévatelo. Tiene sus partes completas, accesorios y todo, no le falta nada. Está conforme y en perfecto funcionamiento. Además las piezas son originales, tal como fue sacado de fábrica. Y eso incluye a la alarma. Ninguna mano extraña tuvo acceso a su interior, el sistema central se encuentra enteramente incólume. No necesita ni mantenimiento, ni lo necesitará por mucho tiempo, porque acabo de realizarlo hace poco, yo mismo de encargué de eso, personalmente. Pero nada interino, sólo se trató de la limpieza, pulida y aceitada, todo superficial. Por los documentos ni se preocupe, el papeleo, en lo que le concierne, está en regla; además, se encuentra inscrito en el registro correspondiente, conjuntamente con el seguro; así que, por lo legal, no tiene por qué preocuparse. El trámite de traslado de propiedad no es complicado, bastará con comparecer ante un notario y listo. Una firmita por aquí y otra por allá, y llegará a ser la absoluta dueña de esta maravilla. No podrá negar que el precio es de regalo. No habrá lugar donde le propongan una oferta mejor que la que le doy; y no se olvide que es sólo por hoy. No la deje pasar, usted. Ah, me olvidaba mencionárselo, si se lo lleva, le damos una garantía de por vida. Ya no tendrá de qué temer. Qué más le puedo brindar. Bueno, ya, si eso le parece poco, con esto no puede rechazarme. Por tratarse de usted, le ofrezco mi corazón a… ¡A cambio de una sonrisa suya! Qué dice. ¿Cerramos el trato? ¡VENDIDA! Aquí tiene su boleta. Gracias por su compra.

Imagen: Lowon.

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sábado, 10 de abril de 2010

Y.. ¿qué quiere la mujer?


Esta es la clásica pregunta que desde décadas ha circulado en el ámbito psicoanalítico intentando responder qué es aquello que más motiva y mueve las fuerzas pulsionales de lo femenino y hacia dónde se dirige su principal intención de vida. La respuesta, durante años, fue desmoralizante. Pero, hoy, ya tenemos esbozos que van dando luz a esta trascendental pregunta. Primero, aceptaremos que no hay una única intención. Veámoslo.

En un comienzo, tener esposo, hijos y cuidar su familia aparecía como “la felicidad”, era el deseo, pero se vio que este trueque por lo fálico no resultó ser lo que más quería. Pronto se descubre que “el deseo de no ser abandonada” podía ser el eje de su vida. Pero este pedido no aclara el sentido de ese miedo. ¿Protegerla de quién? ¿De la soledad o de ella misma? De esto último nace también otra pregunta: ¿No será que lo que ella quiere es protegerse de la tentación de una nueva pasión? Esto se observa en las distintas historias de amores femeninos revisados.

Finalmente, encontramos otro destino de amor: “el amor loco”, el amor que mata o se mata, que se explica con los tantos suicidios y homicidios luego de un abandono. Cuatro destinos válidos, pero ninguna certeza. Mejor seguir pensando que su manera de gozar puede ser otra no tan vinculada a la experiencia fálica, sino a una experiencia oceánica, menos torpemente masculina, algo mística y que pasa más por la ternura.

Imagen:Lowon
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martes, 6 de abril de 2010

Gracias… totales.


En momentos de felicidad, como estos, se me viene a la mente una frase que siempre me acompaña, que: “Si no fuera por Él, yo no estaría aquí”, y le doy gracias por eso.

Gracias por los años que llevo pisando este mundo, que aunque parezcan pocos días, fueron muchas y diversas las experiencias vividas. Gracias por llenar mis pulmones del milagro de la vida, la vid de la cual soy afortunado de recibirla. Gracias por ponerme en el camino a tan esplendidas personas, que quizá no sea digno de conocerlas, y que por Su gracia tengo el placer de estamparlas en mi memoria. Gracias, también, por darme el aliento y la voz para dirigirme a los que ahora me rodean, así expresarle el respeto, el aprecio y el cariño que tengo por cada uno de ustedes, afectos que les expreso de la manera más sincera.

Gracias por el poder de ver, así distinguirlos y apreciar su belleza y simpatía; por el poder de escuchar las palabras que emiten, sus saludos y sus risas; por darme la sensibilidad en la piel, percibiendo su presencia con un estrechar de manos y su calor con cada abrazo que enlazamos; por la facultad se aspirar los aromas y sabores de una existencia, que si bien no es azúcar pura, vale la pena endulzarla poniendo de cada uno de sí una cucharadita de dulzura.

La vida es un obsequio divino de la cual no tenemos entera potestad, y que se nos puede ser reclamada en cualquier momento con una entera libertad; porque es cierto eso de que nacemos cuando no sabemos y morimos cuando no queremos, en tal razón, pueda no haber un mañana, es por eso que les agradezco infinitamente a ustedes aprovechando de las circunstancias y de este tiempo que disponemos.

Imagen: LOWON.
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domingo, 4 de abril de 2010

Ricky, te perdimos.


Nos estamos extinguiendo. Cada día nosotros somos menos y ellos (o ellas) son más. Una nueva revelación llego a los oídos del mundo de algo que ya, desde hace años, se sospechaba. El hecho de decirle al mundo que se salió del clóset, no sé si calificarlo como un acto de valentía; aunque para hacer tal afirmación a los cuatro vientos, debe ser algo realmente difícil, no los sé. Te arriesgas a lucir una etiqueta sobre tu frente que te señala ante los demás la naturaleza de tu ser. Ser mirado de otra manera, distinta, señalado con el índice de los ojos de la sociedad.

Ahora, creo que esta cuestión de auto aceptación se está convirtiendo en el acto principal del show que cada persona pública lleva como vida. ¿Qué es lo que lleva a una persona a manifestar abiertamente las ‘preferencias’ sexuales que se tiene? ¿Sosiego? Podrías ser la búsqueda de la paz interior, estar bien consigo mismo; ¿llamar la atención?, que todas las miradas y opiniones estén dirigidos hacia su persona.

Todo este desahogo del cantante, estimula a que las conductas homosexuales sean exhibidas sin más recato, y, lo que debería permanecer en el ámbito íntimo, quede expuesta. Se arrancan las cortinas a una cuestión totalmente personal.

Yo, como cada persona, tengo mi posición con respecto a este tema. Mi postura es simple, que estoy totalmente convencido de existencia de una dualidad sexual única: varón y mujer. No negaré que me siento fastidiado por la existencia de la comunidad gay. No tengo nada contra ell@s. Tienen derecho de creerse los que quieran. Pero ¿por qué compartirlo con los demás? Estas inclinaciones son obvias. No es necesario el destape público, y gritar a todo pulmón “¡soy gay!”.

Una sugerencia, por favor, cuando tengas conductas descuadernadas (uno nunca sabe), evítate de convidar esta información. Deja ese mundo sólo para tu disfrute personal; guarda la llave del clóset en lo más profundo de ti. Es lo mejor, para todos.

Imagen: LOWON

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