Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaria escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo. SALVADOR ELIZONDO, El Grafógrafo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Musa.


(Dedicada a la que deambula en mi cabeza, del alba al crepúsculo, del ocaso al amanecer. Para ti, mi 'niña mala'.)


Quiero saber lo que distingues cuando los luceros se apagan,
lo que construyes en la mente mientras el mundo se calla.
Dime que guardas en tras el par de cortinas
que envuelven los caramelos con los que me miras.


Devela el invisible lienzo que cubre la llama
que flamea intensa en cuanto cunde la calma.
Busco sonsacar como quiera una palabra,
alguna sonrisa que delate el sentido más profundo;
en un descuido, el sentimiento empotrado en lo oscuro.


Cuando las tinieblas ahuyentan el calor de las luces,
Cuando dejas volar el alma y por en medio del cielo te conduces.
Cuando fuerzas en cerrar vitrinas negándome la entrada.
Vamos, cuéntame tus sueños antes que despierte mañana.



II

Habitas mi cuerpo y te siento ajena.
Mis manos confusas se abrazan entre sí.
Saber que tus olas esquivan mis arenas;
la marea me ahoga en un salado frenesí.

Hurgas mis cuencas en pos de lágrimas,
trabuscas el aire persiguiendo respiros,
recorres largos tramos buscando pistas
para afirmarte soberana de mis desvaríos.



III

Dejé en tu ventana las flores que corte por la mañana,
están envueltas con una fresca capa de rocío.
en una nota expuse la esperanza que en ellas dormía.
Y al aspirar sus aromas, absorbieras también mi vida.



IV

Dispuse cuanto pude a tu favor,
Hice lo prohibido por conocer el amor,
Reduje los tonos que componen mi color,
declarándote mi única fuente de calor.



V

Quiero soñar que duermes a mi lado,
que reposan en mi pecho tus cabellos alados.
Me dibujo a mí mismo, lentamente, acariciándote;
Surcando mis dedos de polo a polo, de sur a norte.


Como el más avaro de tus secretos,
o el más húmedo de tus llantos;
como el más tímido de tus miedos.
Así quiero ser en tu vida,
Sólo un simple pensamiento.



VI

Nos encontraremos en el lugar de siempre:
Bajo el cielo dispar de diciembre,
entre lo sensato y lo incoherente,
levitando espontáneos e inconscientes.


Te veré esta noche, así como ayer,
con el vestido azul con el te inventé,
tus hombros desnudos que sonríen sin querer,
invitando a sus fieles el volver a nacer.


7

Imagen: LOWON