Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaria escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo. SALVADOR ELIZONDO, El Grafógrafo.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Who are?


¿Quién eres? Ah, ¿Quién yo? Sí, ¿Quién eres? Ja, ja, ja, no amig@. Si sigues haciendo mal la pregunta no te la voy a poder responder. A ver, a ver, primero, tranquilízate, piensa bien, ¿ya? Ahora formúlala de nuevo. Em… ¿Quien es usted? No, mano, no. ¿Acaso estoy solo? El que no los puedas ver no quiere decir que no estén, ¿Qué no los sientes? El ruido que hacen al respirar, el olor característico que cada uno despide, el humor que ostentan. Bueno…entonces ¿Quiénes son? Carajo, no pues, pucha, mejor te doy una manito con tu interrogante, ¿esta bien? La pregunta es simple: Ejem, ¿quiénes eres tú? ¿Entiendes? ¿No, nada, nadita? Ay. Si yo te pregunto ¿Quién es usted? Seguro me responderá algo así como ‘Juan Pérez’. ¿No sientes algo de vergüenza de ser, simplemente ‘Juan Pérez’? ¿Ser sólo eso? Pero ojo, no te confundas, no me estoy burlando de tu nombre, eso nunca.

A donde quiero llegar es el porqué de querer mantenernos en una incipiente unidad personal que no hace más que brindarnos una tenue y paupérrima vida. No te aferres a una existencia monosemántica, mi amigo, en donde se sigue un libreto que se eligió desde el principio y te limitas a repetirla una y otra vez, de memoria. ¿Eso no te cansa, no te aburre, no te desespera? Desempeñando el mismo papel, en cada escena, toda la vida, noche y día, viviendo casi mecánicamente.

Como una idea, tenemos al señor Jung que nos hablaba de la ‘persona’ que la consideraba como una parte diferenciada de la personalidad, que consiste en lo que aparentamos frente a los demás, en oposición a lo que en realidad somos. O sea que, lo que llama ‘persona’ es el rol que los individuos eligen representar en la vida, la impresión global que desean transmitir de sí mismos en el mundo social exterior. Yo no me refiero, exactamente, a esta explicación psicoanalítica. Puede que parezca que lo que les digo sea la misma afirmación que realiza el señor Jung –a mi punto de vista verdadera- pero no es así, amig@. Él habla de una dualidad personal frente a nuestros semejantes, la división de la persona en dos, una interna, los que somos en realidad, y otra externa, la que fingimos ser.


Lo que a mí me interesa es sólo lo interno, nuestro verdadero yo. Eso es lo que debemos desdoblar; pero no solo en dos, sino en varias, y mientras más sean, mucho mejor. El extraño caso del doctor Jeckyll y mister Hyde es una buena referencia, pero no a su manera, con químicos y toda esa vaina, sino concientemente. El doctor Jeckyll realizó su transformación para cambiar su mentalidad, y a partir de ahí se reflejó a los otros. Lo hizo por él, para sentirse bien consigo mismo, no para figurar.

Y nosotros, ¿por qué no ir más allá? No debemos conformarnos sólo con ser dos personas, como el doctor; enriquezcámonos siendo cuantas queramos, cuantas deseamos. Abramos nuestras mentes para pensar, sentir y actuar con un variopinto de personalidades diversas, y hasta desconocidas para uno mismo. Ampliemos fronteras, conquistemos terrenos, plantemos bandera en sensaciones no experimentadas; enraicemos sobrepasando la maseta que nos detiene, absorbamos nuevas enzimas, desarrollando, de esta manera, facetas que hagan de nuestra vida una existencia más interesante y agradable.

Pucha, ya me estaba olvidando de absolver la interrogante que me propusiste, que por cierto, tuve que corregirla para responderte de manera satisfactoria y que exprese con aires sencillos el concepto de mí. Espero que cubra las expectativas de tu pregunta, y por qué no, también las mías, porque sabes, ¿quién tiene bien claro lo que uno mismo es? Pero pasemos a contestar.
¿Quiénes 'soy' yo? Pues…


Iósiv Bado
Imagen: LOWON